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Los pensamientos son energía: cómo invitar a los que te impulsan

¿Te has dado cuenta de que tus pensamientos suenan muy diferentes cuando estás cansado/a que cuando estás descansado/a y lleno/a de energía?

 

Cuando estamos agotados, con hambre o estresados, nuestro cerebro tiende a generar pensamientos negativos, autocríticos o destructivos. Llegan rápidamente y se imponen con facilidad, porque requieren muy poca energía para aparecer. Por eso, a menudo por la noche, cuando no podemos dormir, nuestra mente empieza a repasar preocupaciones o a imaginar los peores escenarios.

 

Pero cuando nuestra energía está alta, después de movernos, comer de forma nutritiva, descansar bien o pasar tiempo con personas inspiradoras, nuestros pensamientos cambian. Se vuelven más constructivos, expansivos y positivos. Empezamos a ver soluciones, nuevas posibilidades e incluso chispas de creatividad.

 

Lo importante es recordar esto: no podemos controlar siempre qué pensamientos aparecen en nuestra mente. Llegan, a menudo de repente, como visitantes que llaman a la puerta. Lo que  podemos elegir es a cuáles dejamos entrar, cuáles creemos y cuáles dejamos crecer dentro de nosotros.

 

Los pensamientos son como los sueños: Me gusta pensar en los pensamientos como en los sueños. No eliges lo que sueñas por la noche, pero tampoco te despiertas creyendo que ese sueño era “real”. De la misma manera, no todos los pensamientos que aparecen merecen ser tomados como verdad. Algunos son simplemente nubes pasajeras.

 

Este cambio de perspectiva es liberador: nos ayuda a dejar de identificarnos con cada pensamiento y a ser más intencionales con los que decidimos alimentar.

 

¿De dónde vienen los mejores pensamientos?: La respuesta está en la energía. Un cerebro bien alimentado es capaz de generar pensamientos más constructivos, útiles y expansivos. Por eso, una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestra mentalidad no es luchar directamente contra los pensamientos, sino elevar primero nuestra energía.

 

Aquí tienes cinco fuentes clave de energía que influyen directamente en la calidad de tus pensamientos:

  1. El descanso – Dormir es una de las formas más poderosas de reiniciar tu mente. Observa cómo cambia tu perspectiva después de una buena noche de sueño.

  2. La alimentación – La comida es combustible no solo para el cuerpo, sino también para el cerebro. Una nutrición adecuada aporta claridad y estabilidad.

  3. El movimiento – Hacer ejercicio, bailar o incluso dar un paseo cambia tu energía rápidamente. El movimiento es una de las formas más rápidas de invitar pensamientos más positivos.

  4. La conexión – Las personas y los entornos que te rodean importan. Estar con quienes te elevan transforma tu diálogo interno al instante.

  5. El propósito – Incluso pequeños objetivos con significado le recuerdan a tu cerebro que eres autor/a de tu vida, lo que fortalece pensamientos constructivos.

 

Un recordatorio amable: La próxima vez que te sientas atrapado/a en una espiral de negatividad, haz una pausa y pregúntate: ¿Cómo está mi energía ahora mismo?

 

En lugar de luchar contra tus pensamientos, concéntrate en restaurar tu energía. Da un paseo, come algo nutritivo, llama a un amigo o date permiso para descansar. Muy a menudo, tus pensamientos sobre la misma situación se verán completamente distintos una vez que tu energía cambie.

 

Porque al final, los pensamientos son energía, y cuanto más cuidas tu energía, más invitarás pensamientos que te ayuden a vivir la vida que realmente deseas.

 

✨ Soy Raquel, coach certificada ICF y mentora dedicada a ayudar a las personas a construir una mayor autoconciencia, un mayor bienestar mental y emocional, y una vida alineada con lo que realmente importa.

 

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Raquel Izquierdo de Santiago

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